
¿Qué es la terapia de ondas frías?
¿Qué es la terapia de ondas frías?
La terapia de ondas frías es un tratamiento estético innovador desarrollado para el contorno corporal, el estiramiento de la piel y la reducción de la celulitis. En este método, las ondas electromagnéticas se transmiten por debajo de la piel mediante un dispositivo especializado, apuntando y rompiendo las células grasas, que luego se eliminan naturalmente del cuerpo. Durante el procedimiento, se protege la superficie de la piel mientras se produce un aumento controlado de la temperatura en las capas más profundas. Este proceso reduce eficazmente el tejido graso y mejora la elasticidad de la piel, lo que se traduce en un aspecto más firme y terso. Conocida por ser indolora y carecer de efectos secundarios, la terapia de ondas frías ofrece resultados visibles en poco tiempo, lo que la convierte en un método moderno que favorece el adelgazamiento localizado y el rejuvenecimiento de la piel.
¿Cuál es el principio básico de la terapia de ondas frías?
El principio básico de la terapia de ondas frías se basa en la aplicación controlada de energía dirigida a las células adiposas situadas bajo la piel, lo que altera su estructura y permite su eliminación natural del organismo. Las ondas electromagnéticas llegan directamente a los tejidos grasos sin dañar la superficie de la piel, generando un calor que puede alcanzar hasta 50-55 °C en la zona tratada. Mientras este calor descompone las células grasas, un mecanismo especial de enfriamiento protege las capas superiores de la piel, proporcionando una experiencia de tratamiento cómoda con una sensación de frescor en la superficie.
Otro principio clave de este método es que ayuda a eliminar las células grasas descompuestas a través del sistema linfático. Además, estimula la producción de colágeno en la piel, lo que aumenta su firmeza y elasticidad. Como resultado, se consigue tanto un adelgazamiento localizado como mejoras visibles en la calidad de la piel. Dado que el tratamiento no implica incisiones, agujas ni sustancias químicas, es un procedimiento indoloro, sin efectos secundarios y seguro.
¿Cómo se aplica la terapia de ondas frías?
La terapia de ondas frías es un tratamiento estético no invasivo que ofrece un proceso totalmente indoloro y cómodo sin necesidad de intervención quirúrgica. Antes del procedimiento, se limpia la zona deseada y se aplica un gel especial o vaselina líquida en la superficie de la piel para que el aplicador del dispositivo se deslice suavemente. A continuación, el aplicador, que emite ondas electromagnéticas, se desplaza con movimientos circulares sobre la zona designada. Este aplicador suministra simultáneamente energía térmica a los tejidos más profundos y enfría la superficie de la piel, lo que garantiza una experiencia confortable. Durante la sesión, la persona experimenta una leve sensación de calor y frío, pero no siente dolor ni molestias.
La duración de cada sesión varía entre 10 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de la zona tratada. Durante el proceso, se actúa sobre las células grasas y se descomponen, lo que permite su eliminación natural a través del sistema linfático. Tras el tratamiento, no se producen hematomas, enrojecimiento ni irritación de la piel, y la persona puede reincorporarse inmediatamente a sus actividades cotidianas. El número de sesiones se personaliza en función de las necesidades individuales, aunque la mayoría de los casos requieren entre 6 y 12 sesiones para obtener resultados óptimos. Los efectos de la terapia de ondas frías suelen notarse al cabo de unas semanas y alcanzan su punto álgido tras completar las sesiones recomendadas.
¿Para quién es adecuada la terapia de ondas frías?
La terapia de ondas frías es un tratamiento ideal para las personas que buscan un adelgazamiento localizado, un estiramiento de la piel y una reducción del aspecto de la celulitis. Preferido por quienes desean contornear su cuerpo sin intervención quirúrgica, este método puede aplicarse con seguridad a adultos sanos. Sin embargo, hay ciertas afecciones en las que debe evitarse el tratamiento.
La terapia de ondas frías es adecuada para personas que:
- Luchan con depósitos de grasa localizados
- Quieren reducir la apariencia de la celulitis
- Quieren mejorar la firmeza y elasticidad de la piel
- Prefieren un contorno corporal sin cirugía
- Desean corregir los cambios corporales posteriores al embarazo
- No puede deshacerse de la grasa rebelde a pesar de la dieta y el ejercicio
- Buscan una solución estética rápida e indolora
La terapia de ondas frías no está recomendada para personas que:
- Estén embarazadas o en periodo de lactancia
- Tengan problemas cardíacos o de tensión arterial graves
- Sufran infecciones activas o enfermedades de la piel
- Tengan implantes metálicos o un marcapasos
- Tengan problemas de salud como trastornos de la coagulación de la sangre
Antes de someterse al tratamiento, un especialista debe evaluar el estado general de salud de la persona para determinar si es apta para la terapia de ondas frías.

¿En qué zonas puede aplicarse la terapia de ondas frías?
La terapia de ondas frías puede aplicarse en diversas partes del cuerpo para tratar los depósitos de grasa rebelde, favoreciendo el adelgazamiento localizado y el estiramiento de la piel. Es especialmente eficaz en zonas propensas a la acumulación de grasa, como el abdomen, la cintura, las caderas, los muslos, la cara interna de los muslos, los brazos y la espalda. Además, puede utilizarse con seguridad en zonas más pequeñas y delicadas como las rodillas, la barbilla y la cintura.
Ampliamente utilizado en el tratamiento de la celulitis, este método actúa sobre las células grasas situadas bajo la piel, ayudando a conseguir un aspecto más terso y firme. Dado que no requiere incisiones ni procedimientos quirúrgicos, la terapia de ondas frías ofrece una solución cómoda y segura para múltiples zonas del cuerpo.
Duración de la sesión de terapia de ondas frías y proceso de aplicación
La terapia de ondas frías es un método estético no quirúrgico que se aplica para el adelgazamiento localizado, el estiramiento de la piel y el tratamiento de la celulitis. La duración de la sesión suele oscilar entre 10 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de la zona tratada. El proceso de tratamiento se personaliza para cada persona y, para lograr resultados eficaces, se suelen recomendar de 6 a 12 sesiones. Las sesiones pueden programarse una vez a la semana o cada dos semanas. Dado que no es necesario un periodo de recuperación tras el procedimiento, las personas pueden reincorporarse inmediatamente a sus actividades cotidianas.
Durante el tratamiento, las ondas electromagnéticas se transmiten por debajo de la piel para dirigirse a las células grasas y facilitar su eliminación natural del organismo. La superficie de la piel está protegida por un sistema especial de refrigeración que garantiza una experiencia confortable. No se produce dolor, hematomas ni enrojecimiento durante o después del procedimiento. Los resultados iniciales suelen empezar a aparecer a partir de la tercera semana, haciéndose más notables al tercer mes. Para obtener resultados óptimos y duraderos, es esencial seguir el plan de sesiones recomendado.
Resultados esperados y longevidad de la terapia de ondas frías
La terapia de ondas frías es un método innovador que ofrece resultados eficaces en el adelgazamiento localizado, el estiramiento de la piel y la reducción del aspecto de la celulitis. Tras el tratamiento, puede observarse una reducción del tejido graso, un aumento de la elasticidad de la piel y un aspecto más terso de la piel en las zonas tratadas. Los efectos iniciales suelen ser perceptibles a partir de la tercera semana, y los resultados más definidos aparecen al tercer mes de finalizar el tratamiento.
La longevidad de los resultados depende del estilo de vida y los hábitos de cada persona. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y adoptar prácticas de vida saludables contribuyen a preservar los resultados a largo plazo. Aunque la terapia de ondas frías se dirige a las células grasas para reducirlas de forma permanente, no impide la formación de nuevas células grasas. Por lo tanto, adoptar un estilo de vida saludable después del tratamiento es esencial para garantizar la durabilidad de los resultados.